
El santuario de la Peregrina es, hoy en día, lo que queda del convento franciscano fundado en 1257. En 1835 fue abandonado debido a la desamortización de Mendizábal, al igual que el monasterio de San Benito.
Actualmente no se practica culto y se utiliza como un centro cultural y de estudios del Camino de Santiago tras su restauración en 2011.